viernes, 11 de noviembre de 2011

ANALIZANDO 1 JUAN 5:7

1 JUAN 5:7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.

Este es un versículo que ha causado gran controversia, en el mundo cristiano y ha sido el centro de grandes debates teológicos, y no es por su afirmación que pareciera que afirmara la teoría del Dios trino sino por la autenticidad y inspiración del mismo versículo, ya que en los manuscritos griegos no se encuentra este versículo, y que solo llego a ser parte de las escrituras después del siglo 14.

A continuación veremos algunos comentarios de los más reconocidos comentaristas Bíblicos.

SCOLFIELD: Es generalmente convenido que (1Juan 5:7) no tiene la autoridad real, y se ha insertado.

WILLIAM BARCLAY: En la versión Reina-Valera hay un versículo que hemos omitido. Dice: «Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.»

Las versiones modernas no incluyen este texto. Véase la nota de la versión Bover-Cantera. Es seguro que no formaba parte del texto original.

Los Hechos son los siguientes. Primero, que no aparece en ninguno de los manuscritos griegos anteriores al siglo XIV. Los manuscritos clave pertenecen a los siglos III y IV, y este versículo no aparece en ninguno de ellos. Ninguno de los primeros padres de la Iglesia dio señales de conocerlo. La versión original de la Vulgata de Jerónimo no lo incluye. La primera persona que lo cita es el hereje español Prisciliano, que murió en el año 385 d C. Después se fue introduciendo gradualmente en el texto latino del Nuevo Testamento, aunque, como hemos visto, no aparece en los manuscritos griegos.

Entonces, ¿cómo llegó a formar parte del texto? En su origen debe de haber sido una glosa o comentario que un copista añadió al margen, y el siguiente pensó que estaba allí porque se había omitido involuntariamente. Como parecía ofrecer una buena base para la doctrina de la Trinidad, con el tiempo llegó a ser aceptado por los teólogos como parte del texto, especialmente en aquellos días tempranos de la investigación bíblica anterior al descubrimiento de los grandes manuscritos.

Pero, ¿cómo se mantuvo y llegó a formar parte de la Reina Valera y otras traducciones clásicas como la Autorizada inglesa? El primer texto del Nuevo Testamento griego que se publicó fue el de Erasmo, en 1514, aunque el de la Biblia Políglota Complutense del cardenal Cisneros se imprimió antes, pero no salió al público hasta después. Erasmo fue un gran erudito; y, sabiendo que este versículo no formaba parte del texto original, no lo incluyó en su primera edición. Pero para entonces, sin embargo, los teólogos ya estaban usándolo. Se había incluido, por ejemplo, en la Vulgata Latina de 1514. A Erasmo se le criticó por omitirlo. Su respuesta fue que si se le mostraba algún manuscrito griego que lo incluyera, lo imprimiría en la edición siguiente. Alguien le mostró un texto muy tardío y deficiente en el que el versículo aparecía en griego; y Erasmo, fiel a su palabra pero muy en contra de su juicio y voluntad, imprimió el versículo en su edición de 1522.

El paso siguiente fue que en 1550 Stephanus imprimió su gran edición del Nuevo Testamento griego. Esta edición de Stephanus se llamó, mejor dicho, él mismo le dio el nombre de Textus receptus, texto tradicional, que fue la base de la Biblia del Oso y de tantas otras traducciones clásicas y del texto griego durante siglos. Así es como este versículo llegó a la Reina-Valera, pero la investigación moderna ha dejado bien claro que Juan no fue el que lo escribió, y que es un comentario muy posterior y una añadidura a sus palabras. Y por eso la mayor parte de las traducciones modernas lo omiten.

Comentario Bíblico Siglo XXI: Obsérvese que algunas versiones incluyen material adicional en este punto, material sobreañadido que corresponde íntegramente al v. 7. Pero todo el v. 7 de algunas versiones es en realidad una glosa y debe excluirse del texto. El v. 7 está excluido en las versiones castellanas RVA, BJ, NC, y en Straubinger está entre corchetes. Al respecto es interesante consignar lo que dice la BJ en su nota al pie: “El texto de los vv. 7, 8 está recargado en la Vulgata por un inciso (más abajo, entre paréntesis) ausente en los mss. Griegos antiguos, de las antiguas versiones y de los mejores mss. de la Vulgata, y que parece una glosa marginal introducida tardíamente en el texto: 

NOTAS DE LA TRADUCCIÓN DIOS HABLA HOY: Tres son los testigos: Algunos manuscritos. Latinos añaden “y en el cielo: el Padre, la Palabra y el Espíritu Santo, y estos tres son uno”.

JHON GILL: Este párrafo en realidad fue añadido después del siglo XIV, pero nunca fue mencionado por ninguno de los Padres de la Iglesia, incluso en la carta de Atanasio contra los Arrianos, sería muy conveniente haberlo utilizado, para aclarar la disputa Cristológica, pero no se uso porque en ese momento no existía ese verso.

BIBLIOGRAFIA:

1. COMENTARIO BIBLICO SCOLFIELD
2. COMENTARIO BIBLICO DE WILLIAM BARCLAY
3. COMENTARIO BIBLICO SIGLO XXI
4. NOTAS BIBLIA DIOS HABLA HOY
5. COMENTARIO BIBLICO DE JHON GILL

2 comentarios:

  1. Que opinas de la Logia Masónica? y del Pápa XXIII?

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    1. La verdad últimamente se le ha dado mucho publicidad a este supuesto grupo secreto, es algo contradictorio, pero no me extraña que sea verídico porque su actuar o los objetivos de aquella institución son muy relacionados con los eventos escatologicos Bíblicos, ya que la idea de que exista un grupo de personas que intentan gobernar el mundo (económica y políticamente) en secreto va de la mano con el proyecto de satanás de gobernar la tierra, y con el cumplimiento de las profecías bíblicas en cuanto al anticristo y la gran bestia que describe el Apocalipsis.

      en cuanto al papa XXIII no se ha que te refieres si a juan 23 o que?

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