lunes, 7 de noviembre de 2011

LA REENCARNACIÓN




Por: Julio Cesar Clavijo


La reencarnación es una enseñanza promovida por el movimiento de la Nueva Era, y ha sido tomada del budismo y del hinduismo. Según esta doctrina, cuando se llega a la muerte, el alma transmigra a otro cuerpo a fin de irse perfeccionado por medio de un proceso de vidas sucesivas, hasta que finalmente alcanza la perfección y se funde en el
infinito al ser diluido en un cosmos impersonal. De esa manera no existe diferencia entre los demás seres vivos y el hombre, pues los animales y las plantas también son almas que se encuentran en un estadio de desarrollo inferior. Esta doctrina enseña que las almas reciben una retribución correspondiente a sus vidas anteriores, y llaman a esa
retribución el karma. 
De esa manera, explican que lo bueno que pase en esta vida es consecuencia del bien que se hizo en vidas anteriores, y lo malo que pase, es consecuencia del mal que se hizo en vidas anteriores. De acuerdo con esta creencia es uno mismo el que se salva a sí mismo.
Esta creencia promueve toda clase de pecados como la adoración a la creación en lugar del Creador, pues enseñan que la creación es divina y se está perfeccionando. De la
misma manera, promueven el homosexualismo, pues se ha llegado a enseñar que el comportamiento homosexual de alguien puede ser consecuencia de una vida pasada en
la que el individuo tuvo un sexo distinto al que ahora tiene, etc.


Aún cuando esta enseñanza es incompatible con la enseñanza bíblica, algunas personas han querido utilizar el texto en el que el Señor Jesús dijo que Juan el Bautista era el Elías que habría de venir (Malaquías 4:5-6, Mateo 11:14, 17:10-13, Marcos 9:11-13), para torcerlo, diciendo que ese texto sirve de sustento para la reencarnación. 
Sin embargo, Jesús nunca enseñó que Juan el Bautista fuera la reencarnación de Elías, sino que por el contrario, enseñó que el ministerio profético de Juan el Bautista era muy
similar al de Elías. Esos textos no hablan por ninguna parte de la doctrina antibíblica de la reencarnación.


La Biblia enseña la clara verdad de que lo que está establecido para los hombres es que tengan una sola vida, que mueran una sola vez, y que después se enfrenten al juicio (Hebreos 9:27).
Alguien podría preguntar ¿Pero una vida tan corta sí es suficiente para alcanzar la perfección? La respuesta es, que si en esa vida aceptamos a Jesucristo y obedecemos el Plan de Salvación como está escrito en Hechos 2:38, una vida es más que suficiente. 
Un hombre podría vivir un millón de vidas y aún así perderse, porque la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23). 
El único que puede quitarnos esa culpa del pecado es
Jesucristo nuestro Señor, quién por medio su sacrificio en la cruz nos abrió un camino nuevo y vivo (Hebreos 10:20).
Un día de Pentecostés, unos hombres compungidos de corazón, preguntaron a unos hombres llenos del Espíritu Santo qué era lo que ellos tenían que hacer para ser salvos,
y la respuesta que recibieron era que se arrepintieran de sus pecados, que procedieran a ser bautizados en el nombre de Jesús para el perdón de sus pecados y que recibieran el
don del Espíritu Santo (Hechos 2:38). Si aún no lo has hecho, hoy es tu día de salvación. 
No esperas más. Ven a Jesús.

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