viernes, 25 de noviembre de 2011

LA EUCARISTÍA



En el Catolicismo Romano, la Misa es el equivalente a la Cena del Señor, la ofrenda de comunión.

La palabra “misa” se deriva del latín missa.

La misa consta de una serie de rituales centrados alrededor de la cena de comunión.

Es llamada también Cena Eucarística. De acuerdo al Nuevo Catecismo de San José de Baltimore, Vol. 2, Asunto 357, dice “la misa es el sacrificio del nuevo pacto en el cual Cristo, a través del Ministerio del sacerdote, se ofrece a sí mismo a Dios de manera incruenta bajo las apariencias del pan y el vino”.

La misa es el sacrificio de Cristo ofrecido de manera sacramental…la realidad es la misma pero la apariencia difiere.”

Es decir cuando la misa se lleva a cabo se realiza un ritual llamado la Eucaristía que según ellos es un equivalente al sacrificio de Cristo, alegan que no es un re-sacrificio sino que es igual en la esencia pero diferente en la apariencia.

Cuando es consagrado el pan ellos dicen que ese pan se convierte en el cuerpo de Cristo, y que lo mismo ocurre con el vino, es convertido en la sangre de Cristo, y que es un sacrificio incruento “sin sangre”.

Por lo tanto, durante la ceremonia de la Misa en la parte conocida como la consagración, el sacerdote convierte el pan y el vino en el cuerpo y sangre de Cristo” (Catecismo Iglesia Católica 1105).

Esta afirmación tiene muchas contradicciones ya que el decir que los elementos se convierten literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo, esto acarrea que cada vez que el sacerdote consagra el vino y el pan Cristo es una vez más sacrificado, algo anti Bíblico.

Ya que la Biblia registra que él murió una sola vez por nuestros pecados.

Hebreos 9:28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos;

Los Católicos Romanos dicen que la Eucaristía no es un re-sacrificio de Cristo. Quieren poner en claro que Cristo fue ofrecido solo una vez para siempre y que la Misa no es un re-sacrificio sino una “representación” del sacrificio.

Ciertamente no queremos malinterpretar la teología Católico Romana, pero debemos preguntarnos cómo es posible que la Misa no sea un re-sacrificio de Cristo cuando la Misa es llamada

un sacrificio divino” (Catecismo Iglesia Católica 1068) “y es realizado una y otra vez”

el sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son un solo sacrificio”; (CIC 1367)

que es un sacrificio incruento y que es propiciatorio”, (CIC 1367)

que puede hacer reparación de pecados” (CIC 1414)

Debemos concluir que es un sacrificio que ocurre una y otra vez y debido a que se dice que es un real y propio sacrificio y que es propiciatorio, entonces lógicamente debe ser un re-sacrificio de Cristo.

Si no lo es, entonces ¿Cómo puede ser llamado sacrificio de Cristo? Además, ¿Cómo puede ser propiciatorio si no es el sacrificio de Cristo ya que la ofrenda de Cristo en la cruz es en verdad propiciatoria?

Y si en verdad la Eucaristía representa un re-sacrificio de Cristo; es decir un continuo sacrificio de Cristo por nuestros pecados, entonces debemos de tener en cuenta los siguientes versos Bíblicos:

Hebreos 7:26-27 Tal Sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores y hecho más sublime que los cielos; que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo,”

Hebreos 9:28 Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que lo esperan.

Hebreos 10:10-12 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Ciertamente, todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,”


Podemos ver que la Biblia nos dice que Cristo se ofreció a sí mismo una sola vez y que no hay necesidad de repetir su sacrificio.

La falla de la Iglesia Católico Romana ha sido distorsionar la doctrina bíblica de la Cena del Señor a un sacrificio constante y repetitivo de Cristo.

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